Si ya te has adentrado en el mundo del tequila y te interesa explorar otras bebidas espirituosas de agave, el mezcal es una opción que no debes pasar por alto. Una vez considerada una bebida de nicho en Estados Unidos, el mezcal ha ganado popularidad masiva en los últimos años.
Aunque el mezcal comparte algunas similitudes con el tequila, es mucho más que “el primo ahumado del tequila”. Aquí te ofrecemos algunas recomendaciones sobre cómo disfrutar del mezcal al máximo.
¿Existe una manera mejor o más adecuada de disfrutar del mezcal?
El mezcal se disfruta tradicionalmente solo, pero hay algunos matices que debes tener en cuenta para apreciar sus características únicas.
- Recipientes: Opta por un vaso de chupito tradicional o un pequeño snifter para servir el mezcal. Estos recipientes potencian la experiencia sensorial.
- Temperatura: El mezcal debe servirse a temperatura ambiente para apreciar sus intrincados sabores y aromas.
- Maridaje: Considera maridar el mezcal con platos mexicanos tradicionales, como tacos, o disfrutarlo como digestivo después de una comida.
- Calidad: Elige un mezcal de alta calidad elaborado siguiendo métodos tradicionales para una experiencia auténtica.
- Beber despacio: Saborea el mezcal lentamente para descubrir todas sus notas y complejidades.
¿Cómo beber mezcal? La técnica del “beso”
Aquí te presentamos una técnica para disfrutar de cada sorbo de mezcal al máximo:
- Huélalo: Acércate al mezcal con la nariz para apreciar sus aromas.
- Inclínalo: Inclina la copa para inhalar el aroma y descubrir su complejidad.
- Boca abierta: Continúa aspirando el aroma con la boca abierta para una experiencia completa.
- El beso: Toma un pequeño sorbo y déjalo reposar en el paladar antes de tragar.
- Exhala: Después de tragar, exhala lentamente para disfrutar plenamente del sabor.
En resumen, el mezcal es mucho más que una bebida: es una oportunidad para explorar una rica herencia cultural y una parte apreciada de la tradición mexicana.